La Sin Crono nació con muchísimo cariño, como todas las cosas que hacemos, hace casi 20 años. Y mantiene el mismo espíritu: deporte y amistad. Los mejores ingredientes. Sin duda una carrera auténtica, diferente y divertidísima.
Correr sin cronómetro, sin ningún dispositivo que marque el ritmo. Y acertar el tiempo que apostaste que ibas a hacer.
Más de 120 atletas nos juntamos el pasado 11 de junio en “el lugar de siempre”: el bar de los Pinos, “donde Paco”.
La jornada arranca, como es habitual, con la carrera Mini. La ilusión y entusiasmo de los más pequeños nos contagian a todos. Así que, bailamos y saltamos antes de tomar salida, como en las grandes citas deportivas (¿qué es si no la Sin Crono?)
Hay muchos Corricos pero, también numerosos amigos: Petaca, Machurruner, Pozo Norte… Cada cual decide el recorrido que va a realizar: 5,5 km (senderismo) u 8,7 km (carrera).
Nadie lleva reloj, por supuesto, las reglas son las reglas; pero, corredores y andarines van comentando por el camino “¿tú qué tiempo has puesto?”, y entonces aceleran o se paran y comienzan a recolocarse…
Es obligatorio tocar el cencerro al llegar a meta, que para eso la fecha de la Carrera es por San Antonio. Y a esperar resultados… Con unos aperitivos y una cerveza fresquita, mientras los niños juegan y se divierten de lo lindo. La convivencia es inmejorable.
¿Quién ganó esta vez?
Francisco Javier, Javo, se quedó a tres segundos del tiempo que predijo.
Luis Gaona, Chori, a 7. Tomás, de Petaca Trail, fue tercero, seguido de José Carlos Olmo.
Pero hubo muchísimos premios, casi 20. Y todos los deportistas premiados, se acercaron al tiempo por debajo de un minuto. ¡Cómo afina el personal!
No olvidamos el premio especial al atleta más joven que completó el recorrido largo, con tan solo 8 años: Saúl Tamurejo. ¡Un portento!
Además, aprovechamos la ocasión para entregar los Corrijotes a los hermanos Ruiz de Castañeda: mención especial por su espíritu deportivo, por defender los colores y la filosofía del Club y por supuesto, por los retos conseguidos la pasada temporada. ¿Cómo acabó la fiesta? Bailando y empapados de agua…. ¡como también es tradición!